COMIDAS COLOMBIANAS
La gastronomía colombiana es un reflejo de la rica diversidad cultural y geográfica del país. Con influencias indígenas, africanas y europeas, ofrece una amplia gama de sabores, texturas y colores.
Los ingredientes base como maíz, yuca, plátano y carne, se combinan de formas creativas para crear platos deliciosos y reconfortantes. Estos varían significativamente de una región a otra, con cada área aportando su propio toque distintivo. Desde las tierras altas andinas hasta las costas del Caribe, pasando por las llanuras tropicales y la selva amazónica, cada lugar contribuye con ingredientes únicos y técnicas culinarias especiales.
Las comidas típicas de Colombia son conocidas por su abundancia y sabor vibrante, reflejando la hospitalidad y el calor de su gente. Los colombianos tienen un fuerte vínculo emocional con su comida, que va más allá de la mera nutrición y se convierte en una expresión de identidad y tradición.
Estos son los 10 platos más representativos que deberías probar en un viaje a Colombia...
Las 10 mejores comidas típicas de Colombia
1. Bandeja paisa
No podíamos comenzar de otra manera que con este popurrí de sabores, colores, proteínas (y calorías) llamado bandeja paisa.
Originario de la región de Antioquia (de ahí que se llame "paisa"), esta abundante comida típica de Colombia se compone de una variedad de elementos que incluyen arroz, frijoles, carne molida, chicharrón, huevo frito, aguacate, plátano maduro y arepa. Es una combinación de sabores y texturas que reflejan la riqueza culinaria de la región.
Si bien se puede disfrutar en todo el país, es especialmente popular en Medellín y en los pueblos de Antioquia como Jardín.
Servido tradicionalmente como un desayuno de campeones, las bandejas paisas suele ser tan abundantes que con una sola pueden comer dos personas. Si te resulta demasiado como primera comida del día, puedes esperar a media mañana y que se convierta tanto en tu desayuno como en tu almuerzo.
2. Arepas
Que si son originarias de Colombia, que si son de Venezuela... el debate nunca tendrá fin, pero lo importante no es quién las comió primero sino que son deliciosas.
En su forma más básica, son tortillas de harina de maíz, ligeramente gruesas, que se cocinan a la parrilla o se fríen. Esto las hace muy versátiles, pudiéndose disfrutar en cualquier momento del día, ya sea como desayuno, almuerzo, merienda o cena, variando sus rellenos.
Los rellenos más populares incluyen queso fresco, huevos revueltos, carne desmechada, aguacate, jamón y chorizo.
La diferencia principal entre las arepas colombianas y las venezolanas radica en la textura y el grosor. Las arepas colombianas tienden a ser más delgadas y tienen una consistencia más firme, mientras que las venezolanas suelen ser más gruesas y suaves. Esto hace que muchas veces las arepas colombianas sean sin relleno y se pongan los ingredientes sobre esta. Además, las arepas colombianas suelen servirse con rellenos más simples, mientras que las venezolanas suelen incluir una variedad más amplia de preparaciones.
3. Sancocho
El sancocho es una de las comidas típicas de Colombia más queridas. Esta abundante sopa se prepara con una mezcla de carnes como pollo, res, cerdo o pescado, cocidas a fuego lento en un caldo aromático junto con una variedad de tubérculos como yuca, plátano, papa y ñame.
Además, se agregan vegetales como cebolla, tomate, cilantro y ají para darle un sabor aún más rico y complejo.
El sancocho es un plato versátil que varía en ingredientes y preparación según la región del país y cada familia, pero siempre se destaca por su sustancia y su capacidad para reconfortar el alma. Se sirve caliente, directamente de la olla, y se acompaña con arroz blanco, aguacate y también puede haber una porción de arepas.
Suelen ser un plato indispensable en las fiestas de fin de año y, como las arepas, su origen también está disputado. Colombia, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, entre otros, dicen ser los creadores del querido sancocho.
4. Ajiaco
Originario de la región de la sabana de Bogotá, este reconfortante guiso se prepara con una mezcla única de ingredientes que le confieren su distintivo sabor y textura.
La base del ajiaco es una combinación de tres tipos de papas nativas de Colombia: papa criolla, papa sabanera y papa pastusa, que se cocinan lentamente hasta que se deshacen y espesan el caldo. A esta base se añaden trozos tiernos de pollo, maíz desgranado, guascas (una hierba aromática colombiana) y una pizca de sal.
El ajiaco se sirve tradicionalmente con crema de leche, alcaparras y aguacate en rodajas, que añaden un toque cremoso y fresco al plato.
Además, es una comida que trasciende las fronteras colombianas, siendo reconocida internacionalmente como un plato emblemático de la gastronomía latinoamericana.
5. Empanadas
Como en todos los países hispanoparlantes, las empanadas también son una de las comidas típicas de Colombia, y uno de esos snacks al paso para disfrutar en cualquier momento.
A diferencia de las empanadas de otros países de Latinoamérica, las colombianas se distinguen por su masa delgada y crujiente, que se elabora con harina de maíz o de trigo y se rellena con una amplia gama de ingredientes. Los rellenos más populares incluyen carne desmechada, pollo, papa, huevo, queso y guisos de carne. Se cocinan fritas y generalmente se acompañan con alguna salsa de ají algo picante.
Su preparación puede variar ligeramente según la región, pero su delicioso sabor y su textura crujiente las convierten en un favorito indiscutible.
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6. Lechona
La lechona es el orgullo gastronómico tolimense (de la región de Tolima), que consiste en un cerdo entero, deshuesado y relleno con una mezcla de arroz, carne de cerdo, cebolla, guisantes, zanahoria y condimentos.
El cerdo relleno se cocina lentamente en un horno durante varias horas hasta que la piel se vuelve crujiente y dorada, mientras que el relleno adquiere una textura suave y sabrosa. Luego se sirve una porción acompañada por unas arepas.
Por su tiempo de preparación y tamaño, la lechona es un plato que se disfruta en ocasiones especiales como fiestas, bodas y celebraciones familiares. Su origen se remonta a las tradiciones culinarias de la región andina de Colombia y ha sido transmitida de generación en generación como parte de la identidad cultural del país.
Tan querida es esta comida típica de Colombia que tiene su propio festival, celebrado en Bogotá.
7. Tamales
Si estás familiarizado con la gastronomía latinoamericana seguramente sepas qué son los tamales. Es que esta preparación nacida en México se extendió por todo el continente. Al llegar a Colombia se transformó en uno de los platos emblemáticos del país.
Los tamales colombianos se preparan con una masa de maíz sazonada (en ocasiones se usa arroz) que se rellena con una mezcla de algún tipo de carne acompañada de papas, zanahorias, guisantes, cebolla, huevo y condimentos como comino y achiote. Todo esto se envuelve en hojas de plátano y se amarra cuidadosamente antes de cocinarse al vapor.
Esta técnica de cocción lenta permite que los sabores se mezclen y se intensifiquen, creando una experiencia culinaria incomparable.
Los tamales colombianos son una parte integral de celebraciones festivas como Navidad y Año Nuevo, pero también se disfrutan durante todo el año. Casi todas las regiones de Colombia tienen su propia versión del tamal, destacándose los de Bogotá, Tolima, los costeños (ahí los llaman pasteles) y los paisas. Y sí, también hay un festival para honrar a los tamales, celebrado en Ibagué, Tolima.
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8. Pandebono
Ahora viajamos al Valle del Cauca, departamento del que Cali es su capital. En estas tierras se horneó por primera vez este amasijo delicioso que se convirtió en un representante indudable de la gastronomía colombiana.
La singularidad del pandebono reside en su textura elástica y suave, ya que se prepara con una mezcla de harina de maíz, almidón de yuca, queso fresco rallado, huevos, azúcar y sal. Luego se moldea en forma de bollos redondos y se hornea hasta que adquieren un dorado apetitoso por fuera y una textura suave y esponjosa por dentro.
El pandebono es un acompañamiento popular en el desayuno o la merienda, y es ampliamente disfrutado en todo el país.
Su nombre es un verdadero misterio, con muchas versiones distintas. La más aceptada, es que fue la cocinera de una hacienda llamada El Bono quien creó la magia, buscando darle más valor nutricional al pan clásico que comían los trabajadores.
9. Buñuelos
Los queridos buñuelos se preparan con una mezcla de harina de maíz o de yuca, queso rallado (tradicionalmente queso costeño), huevos, sal y polvo de hornear. Todos estos ingredientes se combinan para formar una masa espesa, que se moldea en pequeñas bolas y se fríe en aceite caliente hasta que adquieran un color dorado y una textura crujiente.
Son un acompañamiento perfecto para el desayuno o la merienda. Se disfrutan mejor calientes, directamente después de la fritura, cuando están más frescos y su sabor es más intenso. A menudo se sirven con una taza de chocolate caliente o una bebida tradicional llamada aguapanela, que como su nombre lo dice es panela disuelta en agua caliente, a la que se le puede agregar un poco de leche (si se consume caliente) o jugo de limón (si es fría).
10. Natilla
Similar en sabor al flan y a la crema catalana, pero de consistencia más firme, la natilla es el postre tradicional número 1 de Colombia.
Su preparación comienza con una mezcla de leche, azúcar, maicena, yemas de huevo, esencia de vainilla y canela, que se cocina a fuego lento hasta que espese y adquiera una consistencia cremosa. Una vez lista, se vierte en recipientes individuales y se deja enfriar antes de servir.
Se suele decorar con una pizca de canela espolvoreada por encima para terminar de darle su sabor característico. Es un postre típico en celebraciones y fiestas, especialmente durante la temporada navideña.
1. Hamburguesas

La hamburguesa es el plato estrella de los Estados Unidos, y es una de las comidas más consumidas en todo el mundo. Su nombre proviene de la ciudad alemana de Hamburgo y llegó a América a finales del siglo XIX.
Su preparación no puede ser más fácil, una hamburguesa a la plancha o a la parrilla que se introduce entre dos panes. Las posibilidades son casi infinitas y la más popular, gracias a las cadenas de comida rápida, es la clásica con queso fundido y condimentada con mayonesa, kétchup o mostaza.
O las tres salsas juntas. A la carne se le puede agregar casi todo lo que uno quiera, pero lo más popular es la lechuga, el tomate, la cebolla, los pepinillos y el beicon. Casi nunca viene sola, la acompaña un ejército de patatas fritas.
2. Hot dogs (perritos calientes)

Presente en muchas esquinas de las ciudades, los perritos calientes son los bocadillos más populares de las calles y los estadios deportivos. Siempre acompañado por un refresco o una cerveza, la salchicha metida en pan ha conquistado el mundo.
Podemos encontrar modernas composiciones con cebolla deshidratada, chile o queso fundido encima. Como ocurre con la hamburguesa, se puede combinar con todo, aunque el más popular sigue siendo el hot dog con mayonesa, kétchup y mostaza. Su origen es alemán y se cuenta que un carnicero que comenzó a venderlos por las playas de Coney Island en 1867 los hizo muy famosos.
3. Macarrones con queso

Los macarrones con queso es una comida muy sencilla de preparar y los niños son sus fans número uno. El plato se compone de macarrones y mucho queso, pero mucho. Y se corona con aún más queso en forma de gratinado.
No se sabe con exactitud cómo se popularizó tanto en los Estados Unidos, pero sí que fue el presidente Thomas Jefferson quien los trajo de Italia con una máquina para hacer pasta.
4. Costillas a la barbacoa

La carne a la barbacoa es otro de los platos típicos de Estados Unidos. La mejor preparación de las hamburguesas, salchichas y, por supuesto, las costillas a la parrilla, se la adjudican los parrilleros de Kansas City, Memphis, Carolina del Norte o Texas. Asimismo, las texanas son las más famosas.
Las costillas de cerdo asadas a la lumbre y embadurnadas con salsa barbacoa son las reinas de la parrilla. Lo normal es comerlas con la mano e ir despejando la carne del hueso mientras disfrutas del exquisito sabor dulzón de la salsa barbacoa.
5. Alitas de pollo con salsa búfalo (buffalo chicken wings)

Desde Nueva York, las alitas de pollo al estilo búfalo se han convertido en el aperitivo favorito de los bares americanos: son alitas con salsa picante de vinagre de cayena y ya un clásico.
Servidas en las características cestas que tantas veces vemos en las películas, no hay partido de fútbol americano al que no sean invitadas.
Comenzaron a servirse en la década de los años 60, y actualmente suelen acompañarse de bastoncillos de apio y salsa de queso. A los estadounidenses les encantan las frituras y, aparte de las alitas y de las clásicas patatas fritas, son grandes consumidores de aros de cebolla rebozados.
6. Pizza al estilo de Chicago (deep-dish pizza)

En Chicago se come una novedosa y exquisita pizza, la deep-dish pizza, que se parece más a una tarta salada, por sus bordes altos, que a una pizza como todos la conocemos. Se asemeja a un calzone abierto o a una pizza rellena. Sobre su gruesa base crujiente se van disponiendo distintas capas de queso y tomate en trozos; sus crocantes bordes ayudan a que no se desparrame el caliente y abundante relleno. Tienes que probar esta maravilla, que, como todas las pizzas, tiene su origen en Italia.
Otra pizza muy demandada en los Estados Unidos es la pizza al estilo de Nueva York, que se amasa con bordes gruesos y una base flexible que ayuda a doblarlas. Esta se suele vender en porciones y al paso, siempre al ritmo frenético de los neoyorquinos.
7. Philly cheesesteak

Filadelfia tiene su propio bocadillo y es uno de los más contundentes. El cheesesteak de esta ciudad se compone de dos panes hojaldrados con el interior repleto de tiras de carne de vaca con queso fundido y cebolla, una idea sencilla y genial. El queso suele ser americano o provolone. El sándwich nació en los años 30, cuando los Olivieri comenzaron a vender este bocadillo en su puesto del mercado. En la actualidad poseen un restaurante.
8. Sándwich Reuber

Carne en conserva (corned beef, similar al pastrami), queso suizo y chucrut rellenan dos panes de centeno tostado. Una salsa rusa remata este exquisito bocadillo con una mezcla equilibrada de distintos sabores.
Su origen no está claro, pero se supone que fue la comunidad judía americana, en la época del holocausto, la que inventó una mejor forma de conservar la carne de res. No se sabe quién la metió entre dos panes a principios del siglo XX, pero se cree que fue un dependiente llamado Reuben Kulakofsky en Nebraska o Arnold Reuber, el propietario de un restaurante de Nueva York.
9. Bagel and Lox

A esta altura de la lista, por fin podemos hablar de un sándwich con pescado. El bocadillo de salmón en salmuera y queso crema entre dos bagels triunfa en todo el territorio americano, aunque se cree que fue creado en la ciudad de Nueva York. Sobre esa sencilla base de pescado y queso se suele agregar cebolla, pepinos o alcaparras, que potencian su sabor.
En su origen, fue determinante la acción de la comunidad judía, que en su búsqueda de más alimentos kosher comenzaron a popularizar el salmón en sándwich.
10. Jambalaya

En Luisiana podrás degustar un arroz al estilo cajún. La jambalaya es un plato típico americano de arroz con pollo, jamón y langostinos al que se le suele añadir mucha pimienta. Además del pollo, pueden agregarse salchichas u otra clase de carne. Sus orígenes son muy humildes y en un primer momento era una mezcla de toda la comida que sobraba.
El gumbo es parecido al jambalaya, ya que lleva también arroz (base de la alimentación cajún). Este plato se compone de arroz blanco aderezado con una combinación de carnes, moluscos y verduras previamente cocinados hasta formar un caldo espeso y lleno de sabor.
11. Meatloaf (pastel de carne)

Para la preparación del pastel de carne americano o meatloaf se utiliza carne picada que se compacta y se aliña con pan rallado y especias. Se suele servir caliente, con guarnición, o se puede ofrecer frío, como un fiambre o paté. Las carnes más utilizadas son la de ternera, la de cerdo y la de cordero.
Aunque no se sabe a ciencia cierta quiénes inventaron el pastel de carne, la posibilidad de alimentar más bocas con la carne en bloque y «engordada» con pan que ofrece el pastel de carne lo remite a orígenes humildes. Hace 100 años, cuando se comenzó a comer, la pobreza abundaba en Estados Unidos.
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